Cuando se vive en una comunidad de vecinos, las zonas comunes suelen generar conflictos entre vecinos. A continuación, te acercamos todas las claves sobre una de las problemáticas más frecuentes en las comunidades de vecinos.
¿Puede un vecino ocupar zonas comunes de una comunidad de vecinos?
En algunas ocasiones hay vecinos que hacen un uso incorrecto de las zonas comunes; en concreto para su uso particular. Este uso puede ser esporádico, pero hay quien lo hace de un modo más repetido y reiterado.
Pues bien, según se establece en la Ley de Propiedad Horizontal y el artículo 396 del Código Civil, un vecino podrá disfrutar de manera exclusiva de ciertos espacios comunes, siempre que respete el contenido de los estatutos de la comunidad y respete al resto de vecinos.
En concreto, se recoge en el artículo 394 del Código Civil dice que: “Cada partícipe podrá servirse de las cosas comunes, siempre que disponga de ellas conforme a su destino y de manera que no perjudique el interés de la comunidad, ni impida a los copartícipes utilizarlas según su derecho”.
En la misma línea, se puede leer en el artículo 397 del Código Civil lo siguiente en este sentido: “Ninguno de los dueños podrá, sin consentimiento de los demás, hacer alteraciones en la cosa común, aunque de ellas pudieran resultar ventajas para todos”.
Además, el propietario que busque tener una serie de privilegios sobre las zonas comunes tendrá que pedir un permiso a la comunidad y se tendrán que revisar los estatutos, aprobándolo en un pleno. Para empezar a liberar la zona común, el propietario tendrá que hacer la solicitud por escrito de tal modo que se pueda incluir en la orden del día en la junta, y la decisión tendrá que salir adelante por unanimidad en la junta.
Qué pasa si el vecino invade zonas comunes sin permiso
En el caso de que el vecino en cuestión esté haciendo uso o invadiendo zonas comunes sin permiso, por ejemplo dejando una bici, un carrito de bebe en el rellano, etc, lo cierto es que esto puede conllevar la aparición de quejas por parte del resto de vecinos.
El primer paso sería informarle mediante la cesación. Aquí se le explica al vecino de los pasos que debe seguir, arriba expuestos, si quiere dejar cosas en las zonas comunes informándole de los pasos que debe tomar, si quiere dejar objetos allí. Por supuesto, también se intenta hablar del tema a tratar para hacerle entender el problema y se solucione todo de manera cordial y rápida.
En caso de que no quiera, el paso siguiente sería llevarlo a la junta y pedir permiso de manera formal, quedará hablar con el presidente y ya dejarlo en manos de la vía judicial. Sea como fuere, como decimos, todo dependerá de los estatutos de cada edificio, porque lo cierto es que si en tu edificio sí se permite dejar objetos en las zonas comunes no habrá mucho más que hacer.
En el caso de que la presidencia de la comunidad se haya dejado en manos de una administradora de fincas profesional, habrá que ponerse en contacto con ellos para intentar solventar el problema lo antes posible.
¿Quién se hace cargo de lo que ocurre en las zonas comunes?
De este modo, lo que ocurre en las zonas comunes es responsabilidad de la comunidad de vecinos. En este sentido, si ocurre un incidente en cualquier zona común, la responsabilidad última es de todos los propietarios, de ahí la importancia de contar con un seguro de la Comunidad que cubra cualquier accidente o incidente que pueda ocurrir.
Qué se entiende por zonas comunes
Por último, no está de más recordar qué es lo que se entiende por zonas comunes. Esto queda recogido en el Código Civil, y más en concreto, en el artículo 396, donde se determina que los elementos comunes son aquellos necesarios para hacer un correcto uso y disfrute del edificio. Aquí se enmarcan zonas como el suelo, los techos, muros de carga, terraza, piscina, etc.
Otro conflicto común: pago de derramas
Más allá del uso de las zonas comunes, otro conflicto muy habitual entre vecinos es el derivado del pago de las derramas. No siempre es fácil lograr que todos los vecinos estén al día en cuanto al pago de las mensualidades, pero cuando hay una derrama la cosa se complica todavía más.
Más allá del esfuerzo económico que suele suponer para todos, lo cierto es que siempre hay vecinos que no consideran que las mejoras sean imprescindibles. Por tanto, acaba siendo con frecuencia un tema de discusión y desacuerdo, algo que suele ocurrir fundamentalmente en edificios antiguos, pero que también pasa en más nuevos.