Para las comunidades de vecinos resulta fundamental conocer de primera mano cuál es la normativa relativa a la accesibilidad de edificios. A continuación, te acercamos los detalles sobre qué es, cuáles son los principales problemas que suelen encontrarse las comunidades de vecinos y las normativas que hay al respecto.
A qué se conoce como accesibilidad de edificios
Pues bien, al hablar de accesibilidad en los edificios se hace referencia a la facilidad o dificultad que ofrece una entrada cuando se accede a través del portal. Lo mismo ocurre con el acceso al ascensor en el caso de las personas que tengan cierta limitación de sus capacidades motoras o sensoriales.
Para ello se parte del espacio inmediatamente anterior que se encuentra en la puerta de acceso al edificio, y se tienen también en cuenta los espacios que van desde esa puerta hasta el hueco o el ascensor.
De este modo, se considera que hay buena accesibilidad en los edificios cuando los accesos al hueco o ascensor se dan por la entrada principal, tanto cuando se entra en el portal como en el interior del mismo.
Del mismo modo, no deben contar con peldaños de más de 15 centímetros y en el caso de que los haya ha de haber también una rampa que facilite el acceso a aquellas personas que cuentan con limitaciones motoras para que puedan pasar por ahí sin dificultades.
Además, también ha de contar con un portal suficientemente amplio. Para ello ha de tener un espacio no barrido por las puertas de 1,5 metros o más de diámetro y sin obstáculos.
En el caso de que alguna entrada no cumpla con estos requisitos, ha de ser, al menos, accesible por otra entrada. Esto sólo puede darse en los portales en los que existan diferentes entradas secundarias u otros accesos que sí deben cumplir con los dos requisitos arriba mencionados: portal suficientemente amplio y normativa en términos de accesibilidad.
Principales problemas en las comunidades
Son varios los puntos que se suelen repetir en las comunidades de vecinos si tenemos en cuenta cuáles son los principales problemas en este sentido. Estos son los más destacados.
No siempre se hacen las reformas necesarias
En términos de accesibilidad, son muchas las comunidades de vecinos que aún no se han acabado de adaptar a la norma. La accesibilidad en la comunidad de vecinos es obligatoria por ley. Esto es así porque, tanto los vecinos con discapacidad como los mayores de 70 años, tienen derecho a un acceso básico de su vivienda, un aspecto que se recoge en el Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre y la Ley 8/2013 sobre rehabilitación regeneración y renovación urbana.
Y de ahí que si esto no ocurre, las comunidades tienen la obligación de adaptar el portal para ello, pero lo cierto es que no siempre se hacen estas obras de accesibilidad a pesar de la Ley 8/2013.
Aunque no tienen el porqué hacer reformas sí deben cometer modificaciones como, por ejemplo, instalar un salvaescaleras, hacer una rampa o poner un ascensor, en el caso de que no haya.
En la actualidad, si bien es cierto que desde Ley de Propiedad Horizontal, no se recoge la obligatoriedad de que la comunidad de vecinos cuente con un seguro para estas zonas sí que es más que recomendable tenerlo. En cualquier caso, en algunas comunidades autónomas sí es obligatorio contar con un seguro multirriesgo que cubra casos de incendios y responsabilidad civil.
Soluciones más comunes para mejorar la accesibilidad
Respecto a las principales soluciones a las que se suele recurrir para mejorar la accesibilidad encontramos las siguientes.
Bajar el ascensor al nivel cero del portal
Aunque la gran mayoría de comunidades ya cuenta con ascensor no siempre bajan hasta su nivel mínimo. Aumentar el recorrido del ascensor puede garantizar un acceso fácil y rápido.
Instalar una plataforma elevadora
No siempre se puede instalar una rampa útil, de ahí que una buena posibilidad sea instalar una plataforma elevadora, algo que se lleva a cabo a medida y que resulta más económico.
Instalación de una plataforma oblicua
Aquí se trata de instalar un tipo de plataforma plegable que ocupa menos espacio de las zonas comunes y que, además, no requiere de obra. No obstante, es cierto es que este tipo de plataformas suelen ir más lentas.
Recurrir a la instalación de una silla salvaescalera
En este caso en lugar de una plataforma como tal, cuenta con una silla. Es un sistema cómodo pero que no acaba de ayudar a personas que van en silla de ruedas porque van a requerir de ayuda.
Como veis, los requisitos para que un portal se considere accesible son claros y hay diferentes modos de lograr que un portal lo sea, todo dependerá de aspectos como las preferencias de los vecinos, el espacio y el presupuesto a destinar para ello.