Para muchas cosas que quieras hacer con tu vivienda o propiedad, es necesario poseer un documento especial conocido como “cédula de habitabilidad”.
Estamos hablando de acciones como vender, alquilar, registro turístico, alta de servicios como el agua, la luz o el gas, entre otros.
Si quieres saber más acerca de todo lo relacionado con este importante documento para ti y tu vivienda, entonces sigue con nosotros hasta el final de este post.
¿Qué es la cédula de habitabilidad?
Profundicemos un poco más acerca de qué es la cédula de habitabilidad para que tengas un mejor concepto de la misma.
Se trata de un documento muy solicitado en diversas situaciones que tienen que ver con tu casa, piso o vivienda.
De hecho, este documento se utiliza mucho a la hora de comprar o alquilar cualquier propiedad y fue pensado con el fin de garantizar el cumplimiento de los requisitos mínimos en un espacio.
En otras palabras, que ese espacio cuente con un nivel aceptable de salubridad, solidez e higiene con el objetivo de que pueda ser habitado. Cabe destacar que, la entidad encargada de emitir este documento es el Ayuntamiento o la delegación de la comunidad autónoma correspondiente.
¿Cómo tramitar la cédula de habitabilidad?
El primer paso para poder sacar tu cédula de habitabilidad es contactar con un arquitecto o un arquitecto técnico, con el fin de solicitarle un Certificado de Habitabilidad visado por su Colegio profesional.
Para eso, el arquitecto tendrá que comprobar que tu inmueble cumpla con la normativa vigente por lo que procederá a realizar una inspección visual de la propiedad.
Y, si la propiedad se encuentra en óptimas condiciones, el arquitecto te otorgará un certificado, el cual deberás entregar a la administración correspondiente con los demás documentos necesarios para sacar la cédula de habitabilidad.
¿Qué normativa regula a este documento?
La competencia legal respecto a la cédula de habitabilidad es responsabilidad de las comunidades autónomas (CCAA). Cada comunidad es una entidad responsable.
Para que entiendas mejor esto…
En Cataluña, la cédula de habitabilidad se encuentra regulada por el Decreto 161/1989, de 30 de octubre, del Consell de la Generalitat Valenciana.
Y, en el caso de otras CCAA, el documento administrativo correspondiente se ha derogado de forma parcial o total, con el fin de reducir la burocracia, simplificar los trámites y ofrecer un mayor acceso a la vivienda.
¿Qué datos se deben reflejar?
Las cédulas de habitabilidad tienen la obligación de mostrar los siguientes datos que verás a continuación:
- Dirección completa y ubicación del inmueble.
- Superficie útil de la propiedad en metros cuadrados.
- Cantidad de habitaciones y espacios que conforman el interior.
- Umbral máximo de ocupación (número de personas que pueden habitar la propiedad cumpliendo la normativa vigente).
Aunado a que debe aparecer la identidad del técnico profesional que ha diseñado el certificado legal.
¿Cuánto cuesta el documento?
El precio a pagar por la tramitación de la cédula de habitabilidad dependerá de varios factores que tendrás que tener en cuenta:
- La comunidad donde se encuentre.
- Los honorarios del arquitecto.
- La antigüedad de la vivienda.
- Tasas de ayuntamiento.
- El tipo de vivienda.
Es recomendable que primero consultes estos detalles para tener una idea del precio final. Aunque normalmente, el precio de este tipo de documento no es tan caro y puede oscilar entre los 40 € y los 70 €.
¿Cuánto tiempo tienes que esperar?
La tramitación de este tipo de documento depende de la comunidad autónoma donde se encuentre la vivienda.
Aunque por lo general, este trámite no suele durar más de un mes. Incluso, si todo está en orden, podrías acabar obteniendo el documento en no más de 24 horas.
Tipos de cédula de habitabilidad
Para que sepas mejor qué es primera ocupación, segunda ocupación… En este apartado te daremos una explicación más detallada de los tipos de cédula de habitabilidad por las que puedes optar.
Cédula de habitabilidad de primera ocupación
Es la licencia de habitabilidad que entrega el organismo correspondiente y que se divide en tres clases distintas.
Viviendas nuevas
Esta licencia es la que deben solicitar todas las viviendas nuevas que recientemente han sido construidas.
Este tipo de vivienda debe cumplir con los estándares de habitabilidad modernos, por lo que este tipo de cédula es más complicada de conseguir.
Viviendas legalizadas
Al momento de legalizar una vivienda, formalmente hablando, esta se considera nueva, por lo que requerirá de una cédula de Habitabilidad de Primera Ocupación.
En este caso, el nivel de exigencia para estas viviendas es el mismo que para las viviendas nuevas. Aunque puede darse una excepción en el caso de una vivienda con mucha antigüedad.
De rehabilitación
Es un tipo especial de cédula, la cual se le concede a las viviendas que han sufrido una serie de cambios o modificaciones considerables.
Cédula de habitabilidad de segunda ocupación
Como su nombre lo indica, son documentos que se otorgan a viviendas que ya han sido ocupadas anteriormente.
En realidad, este documento es el que se emite con mayor frecuencia, cuando el documento de la primera ocupación ha caducado. Y, se podría decir que se trata más bien de una renovación de la primera cédula de habitabilidad.
Otros detalles acerca de este documento
Es importante mencionar que la cédula de habitabilidad caduca o se vence cada 15 años. Sin embargo, esto puede variar dependiendo de la comunidad a la cual te estés dirigiendo y del tipo de cédula de habitabilidad que se trate, si es de primera ocupación o de segunda. Además, este documento no tiene titular sino que es válido para un inmueble específico.